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Este libro recorre dos vidas, la de un médico y la de uno de sus pacientes. El doctor se llama Eduard Bloch y ha nacido en 1872 en Frauenberg, un pueblo de la Bohemia meridional, en la actual República Checa, que en aquel momento pertenecía al Imp... Seguir leyendo
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Este libro recorre dos vidas, la de un médico y la de uno de sus pacientes. El doctor se llama Eduard Bloch y ha nacido en 1872 en Frauenberg, un pueblo de la Bohemia meridional, en la actual República Checa, que en aquel momento pertenecía al Imperio austrohúngaro. El paciente se llama Adolf Hitler, nacido en 1889 en Braunau am Inn, Austria, también en el Imperio austrohúngaro. El futuro canciller del Reich alemán es un niño taciturno, débil, solitario, al que su madre lleva a la consulta del doctor Bloch en 1903 y después bastantes veces más. La madre también fue tratada por el mismo médico hasta su muerte. El paciente siguió en contacto con el doctor toda su vida. Le enviaba postales pintadas por él desde Viena, donde estudiaba en la Academia de Bellas Artes. Eduard Bloch era judío. ¿No es sorprendente que Hitler diera órdenes estrictas a la Gestapo para que se facilitara la salida del Reich de Eduard Bloch y su familia rumbo a Estados Unidos Nadie debía molestar a los Bloch. En sus pasaportes tampoco debía figurar el término jude, «judío», para evitarle problemas en las fronteras, lo que es ta