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Originariamente, el término frumentarius designaba a los legionariosdedicados a la búsqueda de suministros para las legiones romanas. Mástarde, el mismo vocablo fue utilizado para referirse a los serviciosde espionaje interno a las órdenes del pr... Seguir leyendo
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Originariamente, el término frumentarius designaba a los legionariosdedicados a la búsqueda de suministros para las legiones romanas. Mástarde, el mismo vocablo fue utilizado para referirse a los serviciosde espionaje interno a las órdenes del prefecto pretorio. El solitario Aulio Manilo es destinado como frumentarius en la frontera (limes)con la Germania Superior, un lugar desolado donde la Legio XXII tratade contener a las tribus bárbaras, impidiendo que penetren en sueloromano. Lleva veinte años de servicio y está cansado. A sus cuarenta y cinco años su único deseo es retirarse, regresar a Roma ydesaparecer. Algo está cambiando en un Imperio donde cristianos ymitráicos compiten con las viejas deidades griegas y romanas parahacerse un sitio en el inminente nuevo orden. Aulio se niega a aceptar tanta decadencia: ¿puede haber algo mejor de lo que Roma brinda a sus ciudadanos? La prueba la tiene ante sí, en una tierra donde ladevastación bárbara avanza, asolándolo todo como un huracán. Ahora, su misión prioritaria. ¿Por qué están muriendo hombres en el interiordel castrum de la Legio XXII? ¿Qué vi